lunes, 7 de mayo de 2012

Uno de los cuatro


La experiencia de sentirse parte de algo muy grande, que vibra con la música y que puede olvidarse de todo, como en un trance de paz y belleza. La magia de una melodía escrita hace mucho tiempo, el descaro y el acierto de hacerla sonar nuevamente, de escuchar como esos dedos en especial acarician y golpean el teclado de un piano negro, lustroso.

El se da cuenta de lo que hace, no se puede ignorar el corazón y la energía que miles de almas le dedican esta noche a sus cantos. El debe saber que es un brujo, que toma la atención de las personas y es capaz de elevarlos, de arullarlos hasta los parajes más psicodélicos de su imaginación. El ha conseguido el poder de mostrarle a los demás el contenido de su corazón. Mientras nosotros vemos sus manos arrebatar con dulzura los lamentos del piano, el ve nuestro corazón latir, como miles de corazones, o como uno solo. Es la misma cosa.

El mensaje, es lleno de color y transparente a la vez. El color es la riqueza del sonido, la sorpresa de las armonías impensables. La complejidad de un solo de guitarra o la simpleza del piano cerrando una canción. Lo transparente, es cualidad del mensaje y su naturaleza. Es un mensaje de amor puro, rebelión, esperanza, apetito de vida. Es transparente por que es el amor su esencia y su fin dentro de nosotros. Nunca se modifica ni se altera en el proceso de emerger del artista y aterrizar en nosotros. Es puro, lleno de color, transparente.

Me ha hecho pensar algo mientras destroza el piano en medio de fuego y colores. Se me llenan los ojos de lagrimas y escucho a mi voz interior que me dice, más convencida que nunca “tal vez puedo cambiar el mundo”.

And, in the end,
the love you take
is equal to the love
you make.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Movilidad y bicicletas

La movilidad es una condición natural y humana. El ritmo de esta, es determinado por las sociedades y el momento histórico y cultural por el que atraviesan.  Hablando de la sociedad humana, solo hay una cosa segura: las personas nunca dejan de moverse, de trasladarse de un lugar a otro con una cantidad infinita de propósitos, trabajar, divertirse, conocer, relacionarse con otras personas, hacer deporte, buscar o huir.
Para enfrentar el paradigma de la movilidad, la humanidad ha trabajado en concebir y desarrollar técnicamente medios que le permitan desplazarse. Desde medios mecánicos e individuales, hasta sistemas de transporte colectivo que son ya realidad en las grandes ciudades del planeta.

Y contra la distancia que necesita ser recorrida para transportarnos, el tiempo, el costo y el esfuerzo, son las variables que van dictando el rumbo de la decisión que podemos tomar. Tomamos un autobús por que la distancia es muy grande para ir a píe. Tomamos un taxi porque no tenemos el tiempo necesario para ir en autobús. Compramos un auto porque tenemos los recursos económicos suficientes y podemos darnos el lujo de prescindir de taxis o camiones.

Pero en este coctel de combinaciones esfuerzo, tiempo, dinero, las alternativas más sencillas parecen quedar siempre al margen de nuestras decisiones. Este es un problema cultural, por lo menos en la ciudad de Guadalajara, ahora en 2008. Si alguien te habla de “un medio de transporte eficaz, barato, fácil de mantener, y que además proporciona salud física y mental”, el número de personas que se imaginan un auto de ensueño en lugar de una bicicleta, es tristemente superior.

Las alternativas a este problema, cómo es de esperarse en una sociedad que crece, comienzan a emerger solas, por iniciativa de la propia gente.

Como el hombre mismo, la conciencia no puede detenerse, y por eso aun en una ciudad gobernada por automotores, los primeros esbozos de una cultura de movilidad vial comienzan a dibujarse en las calles. No sólo son albañiles los que se trasladan en bicicleta a su trabajo. Cada día es más común ver a jóvenes, adultos y niños en todas sus variantes sociales (desde punks hasta trajeados) recorrer la ciudad utilizando la bicicleta como sistema de transporte. Es real y funcional.

Ante un despertar de esta naturaleza, los gobiernos se tienen que adaptar rápido y atender de buena forma todo el abanico de opciones que los preocupados por hacer algo le exponen a Guadalajara. Paseos nocturnos, apropiación de los espacios urbanos, demanda de ciclo vías, redes de ciclo puertos, programas de “bicicleta pública” libros y ponencias sobre la cultura de la bicicleta y varios colectivos sociales, están luchando desde ya, cada día, cada semana, porque la bicicleta gané ese terreno que merece en una ciudad que parece estar acostumbrándose a recorridos tortuosos en camión, taxis caros y mentadas de madre al mayoreo en las horas pico del tráfico. A estas alturas sería más sencillo hablar de las horas NO PICO, que son las menos.

La historia se escribe así, cosas comienzan a ocurrir, la gente las observa al principio con asombro, la prueba, las evalúa. Las acepta o las rechaza dentro de su sistema de convicciones. La cultura de la bicicleta como alternativa de movilidad urbana en Guadalajara, es hoy una realidad punzante en muchos sectores. Es labor de nosotros observarla, probarla, evaluarla y aceptarla o rechazarla para nosotros mismos.

Y quién se atreva a negar que el corazón le latió más rápido la primera vez que mantuvo el equilibrio en una bicicleta, estará negando todo lo que mantiene vivo al hombre, la ilusión de conocer lugares, el viento, los latidos y las ganas de pedalear más rápido. Lo aprendimos de niños, así que el cambio cultural que necesitamos no tiene por qué ser complicado, es cómo andar en bicicleta.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Paisaje de letras

Unas jaulas a go-go, hechas con lianas. Tinas de porcelana blanca con patas de chivo y tubos transparentes que transportan jalea tibia, derramada sobre 2 zapatillas izquierdas de terciopelo negro. La música ideal para este cuadro, desgraciadamente, aún no se ha escrito.El cielo es del color de un llanto, el suelo es de nubes.No hay horizonte. Volar es muy sencillo, tomas impulso, saltas hacia atras y despiertas.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Ensayos acerca del café

El aroma del café, es un duende con guantes de viento, te hace cosquillas dentro del pecho, se divierte mientras  las personas hablan, rien, lloran, aman.

Hay varias formas de citar su conjuro, de hacerlo aparecer. Pero cada forma deberá ser siempre nueva, nunca antes pronunciada.

Hoy pensé "Entrégame en este sorbo la verdad absoluta de tu fragancia, tu ritmo y personalidad, la amargura y la seda vueltas vapor"

Y apareció.

martes, 14 de septiembre de 2010

...

¿Cuándo comienza? ¿Dónde termina? Si pudiéramos tener una visión global de nuestras vidas, nos parecería tan claro todo. Podríamos ver el inicio y el fin de un capítulo y entender su complejidad y su belleza. Podriamos estar ahí, concientes en todo momento de la aparición y desaparición de lugares que marcaron nuestra historia. Tendríamos un libro, con estructura dramática, trama, desarrollo de personajes, conflictos, héroes, villanos, todo ahí contenido.

Yo prefiero pensar que el libro no está terminado. Ni revisado, ni tiene un rumbo. Que las sorpresas vendrán a solucionar de forma irremediable la amenaza de las horas y las páginas vacías. Que somos letras vivas, que saltamos entre líneas para salvarnos del miedo, de la soledad, o para simplemente reírnos de nuestra incertidumbre literaria. Que dejamos capítulos inconclusos, ventanas abiertas, cabos que nunca se ataron y se volvieron viejos en la antesala de nuestra vida.

Me gusta pensar que sigo escribiendo el prologo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Entre las estrellas de luz dorada y las hamacas de humo satín,
apareces difusa en el fondo,
perfecta,
recortada contra la luminosidad que lo ciega todo.

Bocanadas de distancia
se reflejan en las miradas que se mojan y  resisten.

Con encuentros mínimos, en tiempos reducidos a nada,
te busco con la orilla del ojo,
entre la telaraña de conciencias que se nos interpone.

Algodones de polvo azafrán y estructuras titánicas de irregularidad,
mi montaña dispara así sus ramas de piedra
hacia las estrellas fugaces de tu retina.

Chocan y sucumben ante su propio reflejo,
y yo,
me doy cuenta entonces,
que un abrazo tuyo es mi terremoto más devastador.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Un juego de seducción


O la influencia psicológica de la publicidad en el consumidor

(Del lat. seducĕre).
1. tr. Engañar con arte y maña; persuadir suavemente para algo malo.
2. tr. Atraer físicamente a alguien con el propósito de obtener de él una relación sexual.
3. tr. Embargar o cautivar el ánimo.


De las artes, como de los modelos de negocios, la publicidad ha tomado prestado esos detonadores de seducción que la vuelven peligrosa, eficaz, irresistible y elemental para el mundo sediento de información que habitamos. Cada vez hay más mensajes, más canales y menos tiempo para digerirlos. Downloads super-rápidos y las nuevas gafas de Versace a la vuelta de un clic de tu mouse de 10 botones, son el pretexto ideal para que quienes consumimos y generamos publicidad, nos especialicemos de forma voraz y hagamos de esta frívola disciplina, un quehacer de culto donde hay premios, galardones, almanaques y toda clase de odas a su ejercicio.

¿En qué momento la publicidad se nos mete por los ojos? Fácil, en todos.
Te despiertas y enciendes la radio. Hasta el más purista de los comunicadores que se encarga de orquestar los noticieros matutinos cede ante la jugosa oferta de un anunciante, y comenzamos el día. La sección de deportes la apadrina Gatorade, el clima es auspiciado por relojes Nivada y así un desfile de marcas que se cobijan bajo el manto de los medios. Cuando sales de tu casa ya unas 20 marcas se te han metido al inconsciente en un día promedio y aún viene lo bueno. Camino al trabajo o la escuela, en auto, tren, bicicleta o a píe, los escaparates (que cada vez son más) se afanan en cada esquina porque compres su bebida, consumas su desodorante o llames por su compañía telefónica. Esto sin contar que tu propia facha es ya de por si un catálogo interesante de marcas que, gratuitamente y orgullosamente, promueves a tu paso.

Engañar con arte y maña, persuadir. Es justo lo que la publicidad se ha dedicado a hacer y perfeccionar desde su aparición en el juego de los negocios. Y esta afirmación no tiene un tono negativo, al contrario, es su principal virtud y se vanagloria de ello. Es la técnica de hacer ver lo que quiere que sea visto – u ocultar lo propio -. Es el arte y el juego de la seducción instantánea. Es el mecanismo que nos conecta con el mundo en las sociedades de consumo. Es una historia fascinante contada en 20 segundos.

Ante este aparato tan bien organizado, perfectible y siempre en crecimiento, el papel que jugamos los consumidores-receptores se ha ido modificando con el paso de los años. Tal vez al inicio el consumidor no cuestionaba, y la publicidad sólo pregonaba las características de los productos. Despues el consumidor preguntó, la publicidad entonces propuso opciones, dinámicas de juego, promociones, programas de fidelidad a la marca y hasta productos diseñados a la medida de los potenciales compradores. Ahora la publicidad enfrenta un nuevo reto, y lo sacará avante sin lugar a duda. El consumidor promedio esta tan inmerso en la guerra de medios, que ya no dedica 20 segundos al comercial o al banner de internet. El anunciante tiene solo una chispa de oportunidad ante unos ojos bien educados y sedientos de información. La publicidad ha influenciado a sus consumidores en muchos aspectos, incluyendo el de sus habilidades para ver y discernir sobre la publicidad misma. Podríamos jugar con el ejemplo de que la publicidad se fundó como una cátedra y ahora ejerce con praxis y talleres.

Es lo que ocurre cuando formas parte de la vida de las personas en una forma tan estrecha. Estas en su cama, su baño, su cocina, los acompañas a la escuela y al trabajo. Los mensajes que les transmites, son parte de su vida, como lo es la publicidad misma. Siempre hablamos de que los consumidores somos las “victimas” o los “targets” (para comprender el alcance de este término, consúltese su acepción en inglés) de las marcas o las estrategias de los monstruosos buros de diseño o agencias de publicidad. Pero a estas alturas del partido, consumidores y publicistas nos debatimos de cuando en cuanto el poder de decir, de comprar o de pensar algo de un tema como el calentamiento global o la legitimidad de la estrategia del gobierno Chino en sus políticas sobre el Tíbet.

La influencia psicológica de la publicidad en la vida de las personas no es más una influencia unilateral. Es una fuerza que se ejerce desde ambos lados de la cuerda, una relación simbiótica que toca los terrenos sociales, económicos y afectivos de las personas. La publicidad, ve ahora crecer los frutos de la semilla que planto hace tiempo, una conciencia social que los cuestiona, los pone en duda y los hace no solo inventar como antes, sino reinventar y reinventarse cada vez que un cliente firma un cheque y las mentes de los creativos y copywriters comienzan a maquilar el anuncio que verás mañana cuando abras la primer página del diario.

lunes, 19 de julio de 2010

luciérnaga

Una luciérnaga es un espacio verde, diminuto, contenido y fugaz. Es una estrella y un hoyo negro bailando dentro de una burbuja caliente. Una luciérnaga es la explosión de la vida hecha luz cegadora.

Una sola habita el mundo, y tiene la facultad de la aparición y desaparición mágica. Cada destello suyo es una mirada al lugar previo de su extinción. Es un sistema de pasadizos entre el viento y la noche, si logras ver a través de ella podrás ver el fin y el principio de todas las ideas del universo.

Otros dicen que son pequeños obreros del aire, partículas cósmicas que están trabajando jornadas crepusculares, que nos dan pistas y lecciones de vida, que responden las preguntas eternas y que son oráculos precisos, mínimos e incandescentes.

Nadie puede atrapar a la luciérnaga. Los que lo intentan con un rápido movimiento, no se dan cuenta del milagro que ocurre dentro de su puño al cerrar la mano. El universo se crea y se destruye ahí mismo, en una ínfima fracción de tiempo. Es tan hermoso, breve, brutal. Y es justo en ese momento cuando ella, diluyéndose del mundo, se convierte en insecto.

jueves, 8 de julio de 2010

Añoranza es una mujer difusa,
más que cualquier mujer, la más cualquiera de todas.

Es una madeja de fotos, canciones  y aromas de otros momentos,
es coqueta y siempre va a estar ahí, para guiñarte un ojo en los días débiles.

Añoranza es prima de Esperanza, otra muchacha rara
les gusta cocinar con Desdén
y si te dejas, te dan de comer cucharaditas de nada con sabor a vacio.

Les encanta jugar contigo, siempre y cuando no te diviertas,
juntas se sientan en la banqueta de tu casa, a esperarte,
juntas hacen todo,
se burlan de tus planes,
se acuestan debajo de tu almohada
se meten sin permiso en lo que sueñas

Aunque son buenas niñas,
yo te recomendaría distancia fulminante.

Escribe todo eso que añoras y esperas en un papel pequeño,
dóblalo todas las veces que sea posible, hasta que sea como un grano de sal
hazle un nudo y amárralo de un globo rojo,
y cuando lo veas flotar y alejarse, piensa:

“Si vuelvo a verte, no serás más recuerdo,
Serás piel y bailes con los dedos,
Si no, buen viaje”

martes, 6 de julio de 2010

Buen martes

El primero en bajar de la cama es el píe izquierdo. La mano tiene ya una hora despierta apagando la alarma del celular. Baja el píe derecho y arranca el mecanismo. Chanclas, toalla, puerta, baño, puerta, seguro, espejo, zoom, ojos, zoom-out, puerta, llave, gotas, puerta, mano, calor, entro y un abrazo liquido me envuelve en todas direcciones.

Puerta nuevamente y al salir, un saludo al tipo que siempre se baña a la misma hora que yo del otro lado del vidrio. Un tinto colombiano cargado en el mug, reversa en la camioneta y camino a la oficina noticias sobre inundaciones, impugnas, atropellos políticos, crímenes electorales y crímenes convencionales de mayoreo.

Horas maquina, teléfono, diseño. Proyectos  e información en USB. Semifinal de campeonato del mundo, Holanda, Uruguay, gol, Forlán, gol, medio tiempo, quesadillas, holanda, gol, gol, compensación, Uruguay, gol, silbatazo. Ya casi Latinoamérica, pero aun no.

Una llamada, bicicleta, audífonos, sweet disposition, brazos abiertos y brisa azul y nubes blancas en el rostro. Periódico, teléfono y más café. Producción, fotógrafo, gaffer, asistente 1, asistente 2, niña, micrófono, preguntas, imágenes y mi cabeza vuela bajito para explicarle a un niño, qué son para mi las imágenes. Cita, creatividad e inspiración. Nos gustan las plastas de color, los mensajes duros, los trazos con bolígrafo y los materiales extraños.

Vuelvo a casa, el espiral rumbo a la azotea, la semilla hueca con el rostro que fuma. Un árbol de luz, un hongo de fuego, palabras, ciencia y una hermandad que procura este tipo de vacaciones de azotea.

Otra breve salida al mundo, un jugo de zanahoria, un tipo amable pero raro que me ofrece presentarme a su hija si voy a cocinar a su casa. Bajan a la hija de la camioneta y me saluda. Gracias, suerte.Video juegos de otro tiempo, palomitas de maíz con chile, cerveza y amigos. Cama, lámpara, compu, DJ set remoto y letras, muchas letras. Buen martes.

lunes, 5 de julio de 2010

Los días nublados tienen la habilidad de suavizar las almas, de remover las emociones sedimentadas, de desarmar las necedades, y sobre todo de provocar una intensa e incontrolable necesidad de tomar café y permanecer acostado en tu cama.

Si tienes un buen café, bébelo. Si tienes una buena cama, duerme con ella. Si te gusta esta melancolía, múdate a un lugar donde siempre haya nubes, niebla, recuerdos.

viernes, 2 de julio de 2010

Satori

Justo al dar la vuelta a la derecha para incorporarme al periférico, me detengo en ese breve espacio diagonal que separa la lateral del vértigo de estampida que corre por el centro. Sin razón miro con el cabo del ojo izquierdo un trozo pequeño de pasto en el camellón. Verde, húmedo. Abro la ventana de la camioneta y me quito los lentes al ritmo de una brisa mínima. De entre la hierba, brotan como una plaga mágica, son cohetes blancos, explosiones quimicas y nucleares en miniatura. Es una avalancha entera de ellos, y yo, me quedo petrificado, metido en su embrujo. No puedo escucharlos, pero siento que me hablan.

Despierto y acelero a fondo, voy para allá.

Ya es tiempo.

miércoles, 30 de junio de 2010

Soy

Soy desvelo,
ideas que me convencen, o la conciencia convencida.

El cuaderno con hojas blancas que te ha esperado años en el librero
la forma de mi cintura, las canas,
soy a veces una planta, un animal, un halo de luz,
un colibrí zumbando en mi oido,
una tormenta eléctrica,
un pantano,
el incendio de una biblioteca.

Soy vapor,
reposo sobre mis recuerdos, mis parientes olvidados, mi cama de soltero.
Me sentencio a cada rato,
añoro cosas que nunca pasaron,
y extraño.

Soy esa canción que escuchaban mis padres,
el carrito de metal que me llenaba la mano,
el carrete de hilo que se convertía en puentes y tuneles gigantes.
Soy el cuadro de honor, mi miedo a las peleas, mis lágrimas fáciles,
mi despertar súbito a la realidad, de miradas y reproches entrelíneas,
mi colegio ingrato, la apuesta en la que perdí la fe.

Soy el chocolate con veneno, la cubeta de plástico verde,
el primer encuentro con la muerte.
Las peleas con mi hermana y las casas de cartón,
las piezas de carros, los libros con ilustraciones, el balón,
la cancha verde y la puntería infalible,
el resorte en las piernas, los giros al frente,
la mano que podia sostener boca abajo un balón de basket.

Soy inventor
el 11 en la camiseta,
la banca de atras en la fila de enmedio,
el novio perfecto,
eterno,
intermitentemente solo.

Soy un viaje devastador,
la cama de arriba,
los trenes,
las noches en un parque,
la amistad, las ideas y los sueños locos en un sótano,
el hambre de mundo, la ilusión de niños,
el sueño que fragua de maneras impredecibles.

Soy el tiempo que se disuelve en el aire de la oficina.
Soy el silencio de mi cabeza.

viernes, 25 de junio de 2010

Au revoir

La salida de la sala es mucho mas ordenada de lo que mi mexicanidad acostumbra. Un recorrido de un par de minutos en bus para llegar a abordar el reluciente bicolor de KLM. El abordaje, como me gusta, algunos pasos en la pista de aterrizaje y unas escalinatas que descaradamente le dan a la escena un toque cinematográfico inconfundible. Por si fuera poco, la noche holandesa, todavia con sol,tiñe de naranja los rostros de los pasajeros contra unas amenazantes nubes de lluvia.

El asiento 10D colocado en la fila de la izquierda del avión, una compañera pequeña, misteriosa, inquieta, como un canario. Toma el asiento de la ventanilla, justo a lado mio. Es linda, viste casi toda de negro y lleva tenis púrpura. La cabellera rubia es tán larga que casi llega a su cintura. Durante casi todo el vuelo, sus gafas han logrado mantenerla en el anonimato, así que dejo las mias puestas también. La veo llevar sus manos a la nuca, y lentamente, hacer un remolino de rulos rubios que poco a poco se convierte en un peinadito despreocupado que la hace todavía más interesante.

El panorama de mi vecindario es complejo. Al frente, una pareja de más de cincuenta que une tiernamente sus cabezas durante todo el despegue. A la derecha de ellos, cruzando el pasillo, un treintañero no le quita los ojos de encima a las exquisitas modelos de la edición holandesa de GQ. Sólo se detiene cuando de entre unas hojas, saca una fotografía en blanco y negro y la ve con detenimiento mientras cierra la revista. Se aprecian claros y nitidos los rasgos de un bebe en gestación. Podría ya tener siete meses. Yo abrocho nuevamente mi cinturon. La imagen del ecosonograma descansa, con la inocencia de los no nacidos, en la revista, que en portada retrata a Rusell Crow el nuevo Robbin Hood de Hollywood, presto para presentarse en Cannes dentro de un par de días.

Suena la campana electrónica anunciando el aterrizaje, el vuelo se consumió reafirmando mi tímida costumbre de no lograr dirigirle la palabra a mi compañera de asiento. Los últimos sorbos de café antes de tocar suelo frances me hacen pensar en este regreso lejano que demoró 10 años. Recuerdo también que entonces, igual que ahora, tengo en la cabeza un nombre de mujer ausente. Au revoir.

domingo, 3 de mayo de 2009

probando el blog

prueba de entrada

Ernesto

martes, 15 de abril de 2008

Un árbol

Ahora está oscuro,
no logro ver nada en mi ventana
sólo una sombra gigante, anunciada
como la anunciada sombra de los arboles viejos nace a despedir la tarde
mueve sus hojas y ramas con un temblor incontrolable
hace su danza de manos para que yo lo vea y me llene de nostalgia

Quisiera ser un árbol, viejo, reseco por fuera
Ya no me preocuparían las banquetas ni los cables
tampoco las mutilaciones y daños de los atrevidos
que colocan sus anuncios en el escaparate gratuito

Quisiera ser un árbol
para reinventarme dos veces al año
para que en un nudo de hilos y ramas
se hiciera la vida a costa de mí

Los arboles son guerreros petrificados
cansados de caminar
ya no quieren caminar
viajan con el viento en cada hoja arrancada, viajan volando
y el mismo viento, les trae de regreso las risas y los murmullos de la gente
que vio pasar sus oídos mensajeros.

Los arboles
incluso los arboles jóvenes, son antorchas de vida
que velan la oscuridad de los ojos apagados
antorchas con flama
jugosas y verdes,
calientes por dentro, con sangre de leche viva.
tienen empuñadura de madera
pero las hojas son de carne
son alas y corazones en un mismo órgano

Quiero ser un árbol para no preocuparme
para extender mis ramas alto y viajar en el agua de los tiempos
mientras que el mundo se construye y se derrumba
una y otra vez alrededor mío.

Quiero ser grande y fuerte
para que los niños aten cuerdas y se columpien en mis brazos
para que los viejos sientan en mi sombra
un cobijo de vida antes de ver la luz definitiva

Quiero tener una corteza firme y gruesa
donde se amarren listones y globos para las fiestas
donde vivan un millón de historias de desconocidos
que vinieron a raspar en mi piel su cruce de caminos

Quiero ser un árbol eterno,
para que nadie, ni Dios ni la vida,
puedan quitarme nada de mí.

Y cuando deje de ser árbol de píe
y me transforme en hoja de papel o caja de música o mueble,
pueda yo seguir contemplando la vida,
desde la pasividad que se me dio como regalo de la existencia
esa será mi recompensa y mi condena perpetua
ser testigo del viento
de la noche
del alimento del mundo

Me gustaría que me convirtieran en ventana
para que los ojos tiernos de un niño
derritan el mundo a través de mí
para que su hacha de dulzura
desgarre despacio la madera de mi pecho
mientras afuera
la danza de mis hojas y las hojas de todos mis hermanos, lo embrujan,
lo convierten en árbol poco a poco.

Ernesto Iñiguez.

lunes, 14 de mayo de 2007

traspasando el umbral

hoy hice el ejercicio de escribir un sueño recurrente de la infancia. Mientras voy recostado en el asiento trasero del carro, la mujer que habita dentro del tunel canta una canción tan larga como sus piernas, un microfono de chatarra permanece inmovil y sordo en su pedestal...no recuerdo la melodía.

domingo, 13 de mayo de 2007

primera aparición

iniciando...Tal vez nadie lo leera, ni se interesara en mis editoriales, no es el objetivo. Hoy comienzo sólo con una pintura hecha con stop.lights espero que despues haya más inspiración para comenzar a escribir :p